Día Mundial de la Justicia Social

El día 20 de febrero se celebra el día mundial de la Justicia Social por decreto de la Organización de las Naciones Unidas. Este día busca generar conciencia y acciones frente a la inequidad que existe alrededor del mundo, como la pobreza, la falta de oportunidades, la discriminación y la seguridad social; se vela por el equilibrio sustentable que debe existir en los sectores de la sociedad para garantizar la educación, salud, alimentación y trabajo digno.

 

La Asamblea General de la ONU junto con la Organización Internacional del Trabajo (OTI) oficializan la fecha a finales de 2007, con su primera edición tomando lugar en 2008. De esta forma, la OTI renueva su compromiso establecido desde 1919 con la Declaración de los Principios y Derechos fundamentales del Trabajo con la nueva Declaración de Acción para el Desarrollo Social establecida en 2008, ahora enfocada en usar la globalización como una herramienta en pos de la justicia social.

 

Desde entonces, se han realizado múltiples esfuerzos para desarrollar una mejor estabilidad social alrededor del mundo. La más importante es la Agenda 2030, un proyecto que se está desarrollando desde 2015 como una una forma de cumplir múltiples objetivos del desarrollo sustentable para el año 2030. De igual forma, en 2019 dio inicio la Década de Acción para agilizar el cumplimiento de estos objetivos, entre los que se encuentran la igualdad de género, poner fin al hambre, cuidar el ecosistema y fortalecer las instituciones de paz y justicia.

 

Cada edición del Día Mundial de la Justicia Social se centra en un tema que se debate en un evento virtual y este año se enfoca en la importancia del empleo formal. La crisis provocada por la enfermedad del COVID-19 ha demostrado lo frágiles que son las condiciones para los trabajadores informales sin las ayudas sociales y beneficios que ofrecen un empleo plenamente establecido o la facilidad en que se puede caer en la informalidad sin algún tipo de institución que ampare a los trabajadores.

 

Más de 2 mil millones de personas trabajan en la informalidad, lo que compone un 60% de los trabajadores del mundo. Promover una transición equitativa hacia la formalidad es uno de los muchos objetivos para consolidar una reducción paulatina de la pobreza e inequidad, es por ello que se está trabajando con múltiples naciones para generar estrategias que fortalezcan el trabajo formal, como lo es la eliminación de la desigualdad de género, protección a pequeñas empresas y la creación de estímulos que protejan a los trabajadores más vulnerables.